una casa con tres personas en una mesa,
uno en inglés, otro hablaba en francés,
y el otro hablaba en caliente.
Cada uno mantenía su conversación,
que giraba en tres temas en cuestión:
amor libre, propiedad y represión.
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El pensar diferente hace bien a la sociedad, al ser humano. El pensar diferente construye. Gracias a ello, los pueblos avanzan, se desarrollan.
El pensar diferente es un verdadero acto de democracia y libertad, lo contrario es el pensamiento uniforme, homogéneo, eso destruye y da a entender que hay cierto autoritarismo en las personas que no ayudan a construir una familia, una industria, un comercio, un país.
Gracias al pensar diferente y saber ESCUCHAR conocemos nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas. Podemos consultar detalles que beneficien a ambas partes y que en definitiva ganen todos.
Tengamos muy cuenta que el PENSAR DIFERENTE ayuda mucho a nuestra formación de todos los días porque es parte de la docencia que todo ser humano debe practicar. Eso nos lleva a una mejor comprensión, mayor tolerancia. Dejamos de ser agresivos. Mejoramos el humor y nuestra salud.
[Tantas ideas en tantas mentesHacen que seamos tan diferentes]