En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos habrá que declararse incompetente en todas las materias de mercado, habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado
Yo ya no pertenezco a ningún istmo, me considero viva y enterrada. Yo puse las canciones en tu walkman, el tiempo a mi me puso en otro lado...
Tendré que hacer lo que es y no debido, tendré que hacer el bien y hacer el daño (no olvides que el perdón es lo divino y errar a veces suele ser humano)
No es bueno hacerse de enemigos que no estén a la altura del conflicto, que piensan que hacen una guerra y se hacen pis encima como chicos que rondan por siniestros ministerios haciendo la parodia del artista, que todo lo que brilla en este mundo tan sólo les da caspa y les da envidia...
Yo era una piba triste y encantada de beatles, caña legui y maravillas; los libros, las canciones y los pianos; el cine, las traiciones, los enigmas; mi padre, la cerveza, las pastillas; los misterios, el whisky malo; los óleos, el amor, los escenarios...
Nadie nos prometió un jardín de rosas, hablamos del peligro de estar vivo
No vine a divertir a tu familia, mientras el mundo se cae a pedazos
Hay poco que arriesgar y demasiado que perder